Abarcas vascas
Elaboración de abarcas completamente artesana.
La elaboración de abarcas gracias a la mejora de la tecnología, ha tenido una gran evolución en comparación con el proceso que seguían los antiguos fabricantes.
Antes, los fabricantes de abarcas empleaban piel sin curtir para elaborarlas.
Compraban piel fresca y cuando tenían el trozo de piel adecuado lo cubrían con ceniza y lo pelaban. Después de agujerear todo el borde ponían la piel a remojo en agua templada para facilitar su costura. Después, las cosían con unas tiras sacadas de la misma piel.
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Elaboración hoy en día
Hoy en día, sin embargo, el proceso es muy distinto:
Para las abarcas más grandes emplea piel de vaca previamente tratada con aceites y curtida. Para las abarcas pequeñas emplea piel de oveja.
Una vez seleccionados los mejores trozos de piel los pone en un troquel adecuado (números del 16 al 48) y con ayuda de una prensa los corta a la medida necesaria.
Sobre el trozo de piel resultante agujerea y rebaja el borde puesto que luego tiene que pasar por ahí el hilo. Después de rebajar, hace los agujeros de la punta, empleando el mismo sistema que el utilizado para el cosido de pelota a mano.
Las abarcas vascas pueden ser con suela o sin ella. Así, después de coser la punta y la suela, le da la vuelta a la piel y cose todo el borde con hilo de nylon colocando los lazos en el lugar correspondiente, uno delante, otro detrás y 2 o 3 en los lados dependiendo del tamaño. Antiguamente usaban como hilo la propia piel.
Después de coser, tira del hilo hasta dar forma a la abarca y para terminar, por entre los lazos pasa la cuerda negra que posteriormente se ata a la pantorrilla.
Piel de vaca
Troquel
Prensado
Cosido
Lazos
Acabado
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Desde Deba al mundo
Aunque los pedidos de estos productos han sido en su mayoría dentro del País Vasco, su trabajo ha traspasado sus fronteras llegando por ejemplo a París e incluso a Boise, capital de Idaho y a San Francisco en EEUU.